La Feria Real de Porcuna tiene su origen en 1749, año en que según la leyenda, San Benito salvó al pueblo de una terrible tormenta. En su honor y en el de Ntra.Sra. de la Soledad, se comenzó a celebrar una fiesta en los días cercanos al 4 de septiembre. Lo que en un principio era una feria de ganado, poco a poco fue transformándose en la fiesta que es ahora.
Uno de sus elementos más representativos es el «Programa de Feria», que es un pequeño libro en el que año tras año podemos encontrar artículos de interés realizados por paisanos y paisanas de Porcuna, trabajos literarios o históricos, fotografías antiguas, el programa de festejos y una guía de anunciantes con las empresas y comercios locales.
Igualmente, cada segundo domingo de Mayo se celebra la Romería de Alharilla, que también cuenta con un Programa en el que además se tratan los cultos propios de esta fiesta en honor a la Virgen.
Hoy queremos hacer un pequeño repaso a la evolución de los programas de feria, pero de un modo curioso: a través de los anuncios que hemos insertado a lo largo de estos últimos 60 años. Junto a la Relojería Navas, muchos otros comercios del pueblo han estado presentes cada año, colaborando entre todos para que nuestra Feria y nuestra Romería puedan llevarse a cabo. Esperamos que os guste, sobre todo el primer regalo, de hace 57 años…:













Como curiosidades hemos podido observar algunas como:
- La evolución de la tipografía de los textos
- El cambio en la numeración telefónica, desde los primeros números locales de 3 cifras que eran conectados a través de la centralita, hasta los números de 5 cifras sin prefijo provincial, acabando con los actuales números de 9 cifras.
- El cambio de nombre de la calle principal de Porcuna, que tras un breve periodo de 40 años llamándose «Queipo de Llano», volvió a ser la Carrera de Jesús de siempre.
- Las diferentes marcas y cadenas presentes a lo largo del tiempo.
- La aparición de gráficos, logos y pequeñas imágenes.
Como siempre, este año en la Romería de Alharilla y en la Feria Real podréis ver nuestro anuncio y los de muchos más, que ya poco tienen que ver con los de hace 50 años, pero que en esencia hablan de lo mismo: personas, emprendedores, paisanos que nos recuerdan que siguen ahí, ofreciéndonos sus servicios de un modo cercano y personalizado, lejos de esa impersonalidad que crean los grandes centros comerciales.
Esperamos volver a hacer un repaso de nuestros anuncios, dentro de otros 60 años, ¡y que ustedes lo lean!